Antes de quedarme embarazada tenía claras muchas cosas sobre el embarazo, parto, lactancia, crianza, educación... que ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba. O quizás no, simplemente veo las cosas de otra manera. Puede que sean pequeños detalles pero creo que marcan muchas diferencias.
Por ejemplo, con la barrigota todo el mundo tiende a tocártela como si tuvieras un imán. Pensé que me molestaria mucho, y todo lo contrario, era algo que me encantaba, lo notaba como una manera de saludar al pequeñajo. Cuando yo veo una barriga me encantaría tocarla y saludar a ese pequeño que crece dentro, pero claro, entiendo que cada una tiene diferentes maneras de ver las cosas y a alguien le puede molestar. Así que siempre pregunto antes de hacerlo.
Respecto al parto también tenía unas ideas en las que estaba muy equivocada en como yo quería que fuese todo.
Y ya no digo nada en cuanto a lactancia, crianza y educación. De lactancia sabía cosas que había visto y escuchado a mi alrededor y no sabía como estaba de equivocada en muchas cosas. Hasta que te pones a indagar en el tema y buscas información en diferentes medios.
Sobre crianza y educación había ideas que ni si quiera sabía que existían y que estoy muy contenta de haber encontrado y espero seguir informándome más sobre todo lo que me queda por llegar.
Así que todo esto venía por una decisión que tomamos unos padres y que pensamos que es la mejor para nuestro hijo, la de no apuntarlo de momento a la guardería y yo empezar a trabajar para cuando tenga un año más. Y porque no podríamos económicamente hacerlo hasta los tres años que empezase el colegio, si no lo tendríamos claro.
El caso es que es muy probable que esta decisión tenga que cambiar sobre la marcha porque la situación no está tal y cómo planeábamos.